
Estación difusa
La bruma —esa que no debería estar— invade el andén. Es invierno y el frío cala hasta los huesos.
La gente va y viene. Algunos con determinación, otros con incertidumbre. Todos con sueños.
Algunos van a estudiar. Otros, al médico. Algunos van a laburar. Otros suben a chorear. (Aunque ellos también lo llamen laburar.)
Los más desdichados, simplemente suben.
Y yo…
Lo cierto es que ya no recuerdo adónde iba.
Por Mauro Larrosa